Ella no lo llamó cáncer sino linfoma, quizás pensó que así sonaba menos feo, que con esa otra palabra no me iba a angustiar o quizás simplemente a ella le suena mejor así. Lo llamaré linfoma yo también, realmente suena mejor.
Ese día llegué a casa muy tarde del trabajo y tenía un mensaje suyo que me decía que la llamase y también algo de ir a comer con mi padre y ella al día siguiente, no le di más importancia a la llamada que el tema logístico. Pero detrás de ese "Cuando estés en casa dame un toque" había algo más; una larga frase explicándome que ya tenía los resultados de aquella prueba que hacía semanas que esperaba y que el médico le había dicho que era un linfoma, que parecía que lo habíamos pillado a tiempo y que... bla bla bla, yo me quedé en la palabra "linfoma" y no escuché mucho más de lo siguiente. Pregunté algo (no recuerdo qué) pero parecía que le estaba costando decírmelo así que no insistí, al fin y al cabo iba a verla al día siguiente para comer y pensé que pasando la tarde juntas podríamos hablarlo con calma.
Pasamos la tarde del viernes juntas, cenamos juntas y el sábado nos fuimos de compras y al cine; el domingo fui a comer a casa de mis padres y me quedé hasta que llegó mi hermano; aunque, en realidad, no hay mucho que hacer: esperar a las pruebas de mañana... esperar a los resultados definitivos... esperar a la cirugía ambulatoria... esperar que la vida siga como hasta ahora sin esa o esas palabras... esperar y esperar... desear.
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