viernes, 3 de junio de 2011

Cáscaras y cascarones


Las personas no tienen cáscara pero algunas llevan un grueso cascarón encima.

Se las ve sobre cáscaras de nuez; escondidas bajo una cáscara de caracol abandonada; las hay que contemplan, desde la propia cáscara, el ir y venir de las personas en cáscaras y cascarones; y también hay personas que dedican su tiempo a mover estas cáscaras, a fotografiarlas, a protegerlas del sol o de la lluvia, a romperlas incluso...

Hay quienes llevan cáscara pero no lo saben y creen que su envoltorio es simplemente piel. ¡Curiosas personas estas últimas!

Las cáscaras más de moda son las de caracol, son bonitas, resistentes y hay más espacio del que parece; las cáscaras de huevo son las más baratas pero suelen romperse con facilidad; las cáscaras de nuez no son muy útiles, pesan y suele encontrarse tan sólo la mitad del conjunto por lo que no sale rentable la inversión; las de almendra, avellana o cacahuete son demasiado porosas y quedan empapadas cuando hay tormenta; sobre las de pipas mejor no hago comentarios; a esto hay que añadir las cáscaras que se consideran pieles: limones, naranjas, plátanos,... pero su venta no está permitida en el mercado de cáscaras.

En definitiva, hay cáscaras para todos y todos, en algún momento, nos hemos hecho con una (aunque no lo supiéramos...). Lo importante es aprender a dejar la cáscara en el camino para poder sentir las gotas de lluvia, para poder calentarnos con el sol, para no llevar un peso innecesario encima a todas horas, para apreciar la belleza de las tormentas y, en definitiva ... para poder crecer.

... y crecer

... y crecer

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