domingo, 17 de junio de 2012

Vidas eternas

Las ardillas no deberían morir nunca. Es algo que llevo reflexionando desde hace unos días, tras ver el cadáver de una pobre voladora en la carretera que va desde mi casa a mi trabajo temporal actual. Son criaturas adorables que no hacen más que alegrar a quien consigue divisarlas, son juguetonas, alegres, vivaces, nos hacen reír,... ¿qué otro ser consigue eso fuera del agua? ¿quién puede negar la vida eterna a las ardillas?


No hay comentarios:

Publicar un comentario