Elisa al fin mejoró

Mensajes de números desconocidos que resultan pertenecer a seres conocidos y te alegran la mañana o la tarde, ¡o el día entero! Mensajes que llegan una vez al año o quizás cada dos años... pero que siempre me hacen recordar ese verano tan especial en el que aprendí un idioma y aprendí a ser libre.


Recorríamos la provincia en un smart descapotable, siempre pendientes de Elisa, que parecía no mejorar... verano agridulce pero feliz; y Elisa al fin mejoró y nuestra historia se quedó suspendida en el aire húmedo y caluroso de tu pueblo. Quizás por eso me recuerdas más en verano que en invierno y quizás por eso no vale la pena intentar dar ningún paso más sino sólo recordarlo de vez en cuando entre sonrisas y complicidad, con un mensaje que gracias a las nuevas tecnologías se convierte en conversación y nos hace decir tonterías que ninguno de los dos estaríamos dispuestos a materializar porque es mejor vivir en el recuerdo ... o forse no ...