lunes, 20 de enero de 2014

en una cara triste

... frágil, desamparada, vacía... como si un cristal se hubiese roto en pedacitos muy pequeños, imposibles de recomponer, y un fuerte viento se los llevase de golpe: se pierden, ya no son nada. Así me he sentido hoy, porque la justicia no es siempre justa; porque cuando no lo es, muy poco puedo hacer yo, más que sentarme a sentir el dolor y la impotencia que me convierten en una cara triste.


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