miércoles, 26 de octubre de 2011

te devuelvo la sonrisa

Hoy ... nueva despedida (¡y ya he perdido la cuenta de cuántas van!). Mi hermano ha tomado la importante decisión de cambiar su vida radicalmente y el martes próximo pone rumbo al centro de África, sin mirar atrás, con mucha valentía y ocultándonos a todos con una gran maestría sus miedos (que seguro tiene).

Yo odio las despedidas.

En mis múltiples cambios de ciudad siempre he obviado esa parte, saliendo de cada lugar discretamente y sin hacer grandes "aspavientos" porque no me gusta y no entiendo eso del "adiós".


Bien, a lo que iba. El caso es que mi hermano ha optado por ir despidiéndose de su gran círculo concéntrico de amistades poco a poco; empezó en verano porque aún no sabía muy bien cuándo se iría y podían precipitarse los acontecimientos sin que tuviese tiempo de abrazar a tod@s; barbacoas, cenas, meriendas, pica-picas, comidas, reuniones varias, más cenas, otra barbacoa, sesión de piscina,... Hoy toca cena con amigos intelectuales en un restaurante japonés que nos descubrió mi querido Albert y sesión de Mohitos (con mayúscula) a gusto del consumidor; todo para maquillar eso tan odioso del "adiós".

Y repito, odio las despedidas...


... aunque la verdad es que por mi hermano me despido de quien sea las veces que sea, donde sea, cuándo y como él quiera; porque mi hermano me ha enseñado a ser mejor persona, me quiere y me lo demuestra constantemente, porque es una persona valiente que está luchando por sus ideas, porque es consecuente y me enseña a serlo a mí también, porque siempre tiene una sonrisa preparada aunque estemos con eso del "adiós" a todas horas y, en fin, por infinidad de razones que me hacen quererle como a nadie y apoyarle en todo, animarle y estar siempre preparada para devolverle esa sonrisa.




¡¡¡A por todas Xavi!!! 

No te dejes amedrentar por los leopardos, guíñales un ojo y sigue tu camino...

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario