lunes, 8 de julio de 2013

La gran incógnita de mis primeros besos

Todos tenemos al menos una tara; bien, una de las mías es no saber comportarme cuando un chico me besa por primera vez. Es algo que llevo arrastrando prácticamente desde que alguien se decidiera a besarme en los labios por primera vez y que a mis amigos les hace especialmente gracia de mi persona.

En realidad a mí también me hace gracia; quizás sea a ellos, los que me besan, a quienes no les parezca motivo de risa... aunque, sinceramente, es una experiencia digna de vivir. A mí me hace sentir incómoda, no tanto por mí y mis tonterías, como por las caras de los susodichos y por sentirme algo ridícula a sus ojos. Si yo fuera uno de ellos me plantearía seriamente volver a quedar conmigo pero, debo resultar simpática al fin y al cabo, todos vuelven a arriesgarse (¡también debe ser porque no beso mal del todo!).

En la última de estas "aventuras" me di la vuelta para coger el bolso (intentando desaparecer entre la gente) y, sin más, me tropecé y pisé al chico en cuestión ¡casi me caigo! pero él, lejos de apartarse, me cogió entre sus brazos y volvió a arriesgarse a otro pisotón, tentando a la suerte con más besos.


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